A diez años del crimen, la frase previa al ataque revive el dolor por la muerte del futbolista hondureño.
El 10 de diciembre marcó diez años de una herida que sigue abierta en el fútbol hondureño. Ese día, en 2015, asesinos acabaron con la vida del futbolista Arnold Peralta en un centro comercial de La Ceiba, Atlántida, en el Caribe de Honduras.
La frase que uno de los sicarios le dijo segundos antes de disparar todavía estremece: “Tranquilo pitbull, vengo a matarte”.
Peralta tenía 26 años y disfrutaba de vacaciones en su ciudad natal junto a familiares y amigos. En minutos, la violencia apagó una carrera brillante y dejó luto en la Selección Nacional y en todo un país que aún recuerda su garra, su carácter y su amor por la camiseta.
El ataque que estremeció a La Ceiba
La noche del 10 de diciembre de 2015, Arnold Peralta caminaba hacia su vehículo en el estacionamiento de un centro comercial ceibeño. En ese momento, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta se acercaron y abrieron fuego. El ataque duró apenas dos minutos.
En la escena, agentes encontraron 13 casquillos. El cuerpo de Peralta quedó a un costado de su camioneta Porsche. La Policía descartó el robo como móvil, ya que el jugador conservaba todas sus pertenencias.
Testigos relataron que uno de los atacantes pronunció la frase que quedó marcada en la memoria colectiva antes de disparar. El futbolista recibió al menos 18 impactos de bala calibre nueve milímetros, según el informe del Ministerio Público. Los disparos le causaron heridas mortales en el cráneo, el rostro y el tórax.
Una muerte que sigue doliendo
Arnold Peralta no se encontraba solo. Lo acompañaban el futbolista Marcelo Canales y su esposa Vanessa Oliva, quienes salieron ilesos. La noticia recorrió Honduras y el mundo en cuestión de minutos y dejó consternados a compañeros, aficionados y dirigentes.
A una década del crimen, la figura de Arnold Peralta sigue viva en las canchas, en los recuerdos de la afición y en la historia del fútbol nacional. Su muerte no solo truncó una carrera prometedora, también se convirtió en símbolo del impacto de la violencia en el deporte hondureño.
Un guerrero dentro y fuera de la cancha
Arnold Peralta se ganó el respeto por su entrega total. Debutó con el Club Deportivo Vida, brilló con el Olimpia y dio el salto al fútbol internacional con el Rangers FC, donde conquistó a la afición escocesa en una etapa complicada para el club.
En la Selección de Honduras, Peralta se volvió un mediocampista infaltable. Su estilo recio y su intensidad lo convirtieron en un dolor de cabeza para rivales de peso, entre ellos Neymar, a quien enfrentó en varios duelos internacionales.
También integró la histórica selección olímpica que eliminó a España en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
