Faltan 12 días para vencer el plazo legal. La declaratoria del CNE es el último dique entre la voluntad popular y la prolongación del poder. Se espera el escrutinio especial.
El calendario avanza y la declaratoria oficial de las elecciones generales del 30 de noviembre es el punto más delicado del proceso electoral hondureño. Con apenas 12 días por delante, el país enfrenta un escenario de incertidumbre donde el escrutinio especial no inicia y el Consejo Nacional Electoral (CNE) sigue sin formalizar los resultados que ya fueron expresados en las urnas.
Para el candidato a alcalde de Tegucigalpa por el Partido Nacional, Juan Diego Zelaya, el tiempo no es un detalle menor: es el límite que separa la alternabilidad democrática de la continuidad del partido Libertad y Refundación (Libre) en el poder.
No obstante, la noche del miércoles abrió una ventana de expectativa. Un acuerdo entre el Partido Nacional y el Partido Liberal para respaldar el inicio inmediato del escrutinio especial de actas reactivó las esperanzas de que el proceso arranque este jueves a primera hora.
Esto, en un contexto marcado por la crisis poselectoral y la presión por avanzar hacia la declaratoria que cierre, finalmente, el ciclo electoral.
La voluntad popular y una declaratoria pendiente
Juan Diego Zelaya sostiene que el resultado político ya se definió el día de la votación. Según su lectura, la mayoría de quienes acudieron a las urnas lo hicieron con una intención clara: un cambio en la conducción del país.
Desde su perspectiva, lo que hoy falta no es una nueva elección ni un recuento generalizado, sino el cumplimiento de la última fase del proceso.
Esa fase, remarca, es responsabilidad directa del CNE: concluir el escrutinio especial y emitir la declaratoria que oficialice quiénes gobernarán el país en los distintos niveles de elección.
Revisión de actas, el siguiente paso del acuerdo político
Como parte de los compromisos alcanzados, los partidos coincidieron en la necesidad de que el Consejo Nacional Electoral actúe sin más dilaciones y dé paso a la revisión de las reclamaciones presentadas dentro del plazo legal.
Estas impugnaciones se concentran en actas que presentan inconsistencias y cuya evaluación resulta clave para destrabar el escrutinio especial y encaminar el proceso hacia la declaratoria oficial de los resultados.
La exigencia apunta a que el CNE priorice este examen técnico como condición indispensable para recuperar el ritmo del proceso electoral.
Actas pendientes y el riesgo de una crisis institucional
La declaratoria electoral también enfrenta un obstáculo numérico que mantiene encendidas las alertas.
Según el consejero Marlon Ochoa, permanecen 1,634 actas pendientes de revisión en el Centro Logístico Electoral (CLE).
Este rezago no solo prolonga la incertidumbre política, sino que tensiona los plazos legales que el CNE debe cumplir para formalizar los resultados del proceso electoral.
El exmagistrado y experto en temas electorales, Augusto Aguilar, advierte que el escenario ya no es únicamente administrativo, sino institucional.
A su juicio, el país atraviesa una crisis poco común, marcada por el escaso margen de tiempo que queda para emitir la declaratoria antes del 30 de diciembre.
Aguilar subraya que, si el CNE no logra cumplir con ese mandato, la Constitución traslada la responsabilidad al Congreso Nacional,.
“El Congreso enfrenta su propia complejidad política, lo que agravaría el impacto sobre la institucionalidad democrática”.
Un proceso que entra en su tramo decisivo
Con los acuerdos políticos ya sobre la mesa y el compromiso de iniciar el escrutinio especial, el proceso electoral hondureño entra en una fase decisiva.
El avance de la revisión de las reclamaciones dentro del plazo legal se perfila ahora como la prueba clave.
Esto será vital para que el CNE recupere el control del calendario y encamine la declaratoria oficial.
El inicio efectivo del escrutinio no solo pondrá a prueba la voluntad de los actores políticos, sino también la capacidad institucional para cerrar el proceso conforme a la ley y a la decisión expresada en las urnas.
