El escrutinio especial de más de 1,600 actas entra en fase decisiva. Expertos aseguran que el tiempo aún alcanza, pero se necesita voluntad política.
Con el reinicio del escrutinio especial de actas con inconsistencias, autorizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para 1,634 actas de un total de 2,792 detectadas con errores durante el conteo preliminar, Honduras entra en un tramo decisivo de su proceso poselectoral.
Este conteo extraordinario podría inclinar definitivamente la balanza sobre quién asumirá la presidencia del país, en un ambiente marcado por la expectativa, la presión política y la vigilancia ciudadana.
Aunque el proceso se reactivó con retraso, especialistas en materia electoral coinciden en que aún es posible concluirlo dentro del plazo legal y permitir que el Consejo Nacional Electoral (CNE) emita la declaratoria final sin violentar la ley.
Escrutinio especial: tiempo hay, pero el reloj político corre distinto
El politólogo Aníbal Cálix es claro al señalar que el problema no es la falta de días en el calendario, sino el manejo que se dio al proceso.
A su juicio, el escrutinio especial debió arrancar antes, para evitar tensiones innecesarias y suspicacias.
“Esto debió haberse comenzado hace unos días, pero esperamos, por el bien de Honduras, que las cosas se hagan con transparencia, que se hagan con diligencia y que al final podamos tener una resolución para este entuerto electoral”, expresó.
Su advertencia apunta a una preocupación central: que los retrasos terminen erosionan la confianza en un proceso que ya llega cargado de dudas y reclamos.
La experiencia previa respalda que el plazo es viable
Los expertos recuerdan que durante las elecciones primarias se sometieron más de 20 actas a escrutinio especial y todo el procedimiento concluyó en menos de 12 días.
Bajo esa referencia, sostienen que el volumen actual, aunque mayor, sigue siendo manejable si se trabaja con eficiencia.
“Tiempo hay, lo que se necesita es voluntad de los partidos políticos para enviar y preparar bien a su gente”, coincidieron analistas consultados.
El señalamiento no es menor: el avance del escrutinio no depende únicamente de la estructura técnica del CNE, sino del compromiso operativo de las fuerzas políticas involucradas.
Los partidos, actores clave en desenlace electoral
Para el experto electoral Leonardo Pineda, el escrutinio especial está hoy más en manos de los partidos políticos que del propio órgano electoral.
Son ellos quienes deben acreditar representantes capacitados y permitir que el proceso fluya sin bloqueos.
Según Pineda, si el conteo se completa en tiempo y forma, la declaratoria de resultados debería darse de manera inmediata.
Pero si el proceso se traba, el país podría enfrentarse a escenarios que pondrían en tensión la voluntad expresada en las urnas.
Esa advertencia resume el momento: el retraso no solo es administrativo, también es político.
Una lección pendiente: reformar la ley electoral
Más allá del conteo actual, los especialistas coinciden en que este episodio vuelve a evidenciar una debilidad estructural del sistema electoral hondureño.
Señalan la urgencia de una nueva ley electoral que retire a los partidos políticos del rol de “jueces” del proceso.
La intención, subrayan, es garantizar mayor imparcialidad, credibilidad y confianza en futuros comicios, evitando que los conflictos partidarios se trasladen directamente al corazón del conteo de votos.
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El plazo final y la mirada de todo un país
El calendario es claro: el plazo perentorio para la declaratoria oficial vence el 30 de diciembre.
Hasta entonces, el escrutinio especial se convierte en el eje de la atención nacional, seguido de cerca por actores políticos, observadores y una ciudadanía que exige certezas.
Más que una carrera contra el tiempo, lo que está en juego es la capacidad del sistema electoral de responder con transparencia y responsabilidad.
El tiempo existe. La pregunta, como advierten los expertos, es si también existirá la voluntad para cerrar este capítulo sin dejar más heridas abiertas.
